sábado, 22 de marzo de 2014

HISTORIA DEL CULTIVO DE LA CEBOLLA

Qué mejor manera de comenzar el blog que con un poco de historia...
 
HISTORIA DEL CULTIVO DE LA CEBOLLA
 
El origen de la cebolla como alimento se sitúa, según muchos investigadores, en Asia Central, aunque se desconoce si fue en la zona de lo que es hoy Pakistán (en la antigüedad Persia) o en el oeste de lo que hoy es India.
Las grandes civilizaciones de Egipto y Sumeria se encargaron de expandirla y cultivarla como alimento para su pueblo. Es en Egipto donde nos quedan mayor cantidad de pruebas de su uso a gran escala. Desde gran cantidad de jeroglíficos representando la cebolla y su recolección en los campos, a restos de uso de cebollas en el proceso de momificación. El ejemplo más evidente es la momia de Ramsés IV, que reinó desde 1153 a 1147 a.C., y en cuyo proceso de momificación se aprovechó la cebolla por sus virtudes antisépticas, introduciendo pequeños bulbos en las cavidades de sus ojos y rellenando la pelvis y el tórax.
También tenemos en la Biblia una alusión a la cebolla. Los israelitas en su salida de Egipto llegan a decir que la extrañaban: “Recordamos los pescados que comíamos en Egipto libremente, los melones, los pepinos, los puerros, la cebolla y el ajo”.
Sus propiedades médicas aparecen en un tratado de medicina indio, el Cháraka-samjitá. Este texto es escrito en el siglo II d.C. Se trata de un tratado de la medicina tradicional india, la “ayurveda”. Se recogen propiedades de la cebolla tales como su bondad para la digestión, un alimento diurético, buena para el corazón, la vista y las articulaciones.
En cuanto a Grecia y Roma, la cebolla está aún más presente si cabe en su cultura culinaria y medicinal. En una de las más importantes manifestaciones culturales de origen griego, las Olimpiadas, el consumo de cebolla por parte de los atletas era de kilos y kilos durante las competiciones, ya fuese directamente a mordiscos tras pelarla o bebida tras hacerla un jugo. Además, untaban sus cuerpos con ungüentos elaborados con cebolla, ya que se pensaba que eso iba a fortalecer sus músculos.
Roma también heredó esta idea medicinal de la cebolla, encontrándose evidencias sobre su uso para curar infecciones oculares, herpes bucales, dolores de muelas, heridas, lumbago o incluso como una cura efectiva para el insomnio. En cuanto a la importancia gastronómica en el pueblo romano, tenemos como gran referente el manuscrito “De re coquinaria” (sobre materia de cocina), recetario escrito por Marco Gavio Apicio y del cual se dedica unas páginas al uso de la cebolla en la cocina romana. Los romanos van más allá en el uso de la cebolla, siendo un elemento ornamental en los jardines de Pompeya y de los patios en algunas residencias de grandes terratenientes de la época.
En la Edad Media la cebolla se convierte en un elemento esencial en la gastronomía europea. Es un elemento común en todas las cocinas, encontrándose en las cocinas de los señores feudales y en las de los pobres. Además, sus virtudes médicas se llegan a multiplicar, usándose también como antídoto contra el veneno de las serpientes o contra la pérdida del pelo.
La expansión de la cebolla hacia el Nuevo Mundo la realizan los Padres Peregrinos (Pilgrims) en 1620, al atracar en Nueva Inglaterra. La tribu que allí había, los Wampanoag, la acogieron y cultivaron, aunque ellos ya tenían una especie de cebolla salvaje que recolectaban por su uso medicinal. Aun así, su cultivo en Norte América no acaba de despegar, pero en su llegada a Méjico, la cebolla se convierte en un producto muy apreciado por sus pobladores, debido a su sabor fuerte y la capacidad de absorber sabores.
 

Tras los experimentos en genética clásica por parte de Mendel, la cebolla iba a tener un nuevo campo a explorar, y así fue. Las primeras notas sobre la mejora genética de la cebolla datan de 1914, cuando Cornelius de Groot, realizó un cultivo a gran escala de distintas variedades de cebolla que había recopilado su suegro, y del cual va realizando un proceso de selección.
Tras la Guerra Mundial, la selección genética de nuevas variedades se profesionaliza, gracias a los procesos de hibridación.
Hoy día, casi el 100% de la cebolla que se cultiva en el mundo es semilla híbrida, y el cultivo está totalmente tecnificado. Los principales productores son China e India.